Transformando cimientos para consolidar una transformación social: cómo comunidades rurales mexicanas transformaron una gran presa para proteger sus pueblos y territorio

A principios de este año, México fue testigo de un emocionante desarrollo de la gestión del agua: contra todo pronóstico, un movimiento de base logró detener la construcción en curso de una gran presa que inundaría tres pueblos rurales para abastecer de agua a dos grandes ciudades. Y no solo eso, los activistas también convencieron al gobierno de implementar un plan de justicia que incluye reparaciones y un plan técnico para reacondicionar el muro de la presa y reducir su escala de operación para salvaguardar las comunidades. Su logro es un evento único en su tipo en una larga historia de desarrollo de infraestructura a gran escala.
Como saben muchos activistas afectados por las presas, una vez que ha comenzado la construcción de una presa, es casi imposible detenerla. Están en juego demasiados intereses, recursos y reputaciones. ¿Puede el éxito de estos activistas mexicanos encabezar un nuevo tipo de desarrollo hídrico más inclusivo? Tenemos buenas razones para pensar que sí.
Los grandes proyectos de infraestructura, como las presas, se han considerado durante mucho tiempo el camino preferido por parte de los países que buscan el desarrollo económico. Los sacrificios, incluido el sufrimiento humano, que exigían tales proyectos a menudo eran soslayados. Uno de los primeros proponentes de este enfoque fue la India recién independiente, que a fines de la década de 1940 y principios de la de 1950 se embarcó en un camino hacia el desarrollo caracterizado por una infraestructura de gran tamaño. El primer ministro indio, Jawahar Lal Nehru, llamó a la presa Bhakra Nangal, una presa de concreto de 211 metros de altura con una capacidad de embalse de 9 mil millones de metros cúbicos, el templo del desarrollo de la India.
Setenta años después de la presa Bhakra Nangal, en el corazón de México, el mismo paradigma de desarrollo continúa: se piensa que los problemas de agua y desarrollo se resuelven mejor mediante obras civiles pesadas de concreto. Un gran proyecto de trasvase de agua se inició en 2005 con la construcción de la presa Zapotillo en la cuenca del río Verde en el Estado de Jalisco. Sin embargo, esta vez, los residentes de los pueblos Temacapulín, Acasico y Palmarejo, ante la amenaza de inundación, se defendieron. Mantuvieron su esfuerzo a pesar de ser acusados de ser antimodernos, antiprogresistas y antidesarrollistas. Y lograron detener el proyecto. En lo que los activistas de la presa consideran casi un milagro, la presa ahora está siendo reacondicionada, taladrando seis vertedores de 10 por 10 metros en el medio de la pared de la presa de 60 metros de espesor. Este reacondicionamiento mantendrá a las aldeas a salvo de inundaciones, al mismo tiempo que proporcionará agua a las ciudades, aunque a una escala menor que lo previsto originalmente.
Se demostró que los que acusaron a las comunidades y activistas de ser antiprogreso y antidesarrollo estaban equivocados: las soluciones técnicas alternativas que propusieron, basadas en reducir la demanda de agua, y priorizar las necesidades de toda la ciudadanía y el medio ambiente, contribuirán a resolver las necesidades de abastecimiento de agua a largo plazo al tiempo que se protegen las comunidades. El conocimiento técnico en agua que desarrollaron las comunidades con la ayuda de IHE Delft y otros les permitió presentar una alternativa al enfoque habitual en el que se sacrifican las zonas rurales en aras de un sistema económico con sesgo urbano. Los pobladores, junto con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien visitó la zona en repetidas ocasiones para apoyar su esfuerzo, demostraron que son posibles otros tipos de progreso y desarrollo. La importancia simbólica de este logro no debe subestimarse. Si la presa Bhakra Nangal era un templo del desarrollo, como dijo Nehru, entonces el movimiento social que empezaron las comunidades transformó este “Templo del desarrollo” mexicano en un Templo de la justicia hídrica.
Felicitamos a las comunidades y al gobierno mexicano por encabezar lo que esperamos sea un movimiento global en el que se escuchen los movimientos de base y el desarrollo hídrico sea más inclusivo”.
Jonatan Godinez Madrigal
Researcher Water Allocation and Institutions
Nora van Cauwenbergh
Head of the LWM Department
Pieter van der Zaag
Professor of Integrated Water Resources Management